Láminas de vidrio que conservan efectos personales; horizontes distantes, volteados en el tiempo. Espejos alusivos que guardan sujetos de forma irregular; asimetría intencional.
Quisiera disipar el enigma. Convertir las palabras en herramientas congruentes que forjaran intenciones maleables. Tangibles, expresiones desiguales. Sólo que reproducir el cambio es irrefutablemente más difícil que sentirlo de manera espontánea y natural. Dramatizar lo sucedido una y otra vez; capturar imágenes, anotar palabras, imitar gestos.
Las secuencias se multiplican entre sí, siguiendo parlamentos plagados de movimientos. Acciones correspondientes, de una obra que antes había quedado pendiente. Pasado y presente. El advertir la continuidad fortuita, deriva en la manera en la que los engranajes trabajan, mientras giran para saciar tus recuerdos.
La remembranza nos divierte, puesto que nuestra mente la consiente enteramente. Evocar episodios sin pretensión y relegar el lenguaje que no nos causa excitación. Especialmente, si el desenlace superó a las inocentes expectativas. No poco ambiciosas, pero sí sensatas y hasta quizá modestas.
Al mirar por el extremo opuesto; la inequidad se incrementa, se vuelve incluso autónoma; cautivando lamentos cada vez más planos. Dentro del tubo.